miércoles, 2 de marzo de 2011

EL ADIVINO INMOBILIARIO

El adivino inmobiliario."
 
" Yo le vendo su casa... "

" En menos de tres meses yo le vendo su casa... "

" Ya le tengo al cliente...fírmeme aquí..."

Estas tres frases son las preferidas de los buhoneros inmobiliarios, y a menos que el sujeto que se atreve a decírselas, le presente a Usted una cédula profesional o licencia de adivino, y le saque su "bolita de cristal"...
le sugiero a Usted Sr. Propietario, tener máxima precaución antes de contratarlo.

La audaz y temeraria actitud que estos individuos e "individuas" asumen frente a una casa que está en venta, solamente deja ver que son personas recién desempleadas, divorciadas o viudas, y que aunque la intención es absolutamente honesta  y lícita, el resultado final puede ser funesto.

Definitivamente se vale intentar buscar un trabajo honrado y que sea dentro de lo legal, sin embargo no se puede USURPAR de la noche a la mañana, una profesión que requiere años de trabajo y experiencia, que aunque no está en el registro de profesiones, no deja de tener la categoría de PROFESIÓN, es decir la PROFESIÓN INMOBILIARIA.

Las frases de " Yo le vendo su casa...
" y " En menos de tres meses yo le vendo su casa...
" son por su naturaleza muy motivadoras, y pueden moverle el piso muy fácilmente a cualquier propietario que tenga cierta prisa en vender, y un propietario que decida tomar el camino de la improvisación, es decir contratar a un improvisado, sentirá y pensará que este corredor "si la va a hacer "...

No dudará en firmarle cualquier "cartita de pago de comisión " pues es preferible firmar un documento sencillo que algún contrato "LEONINO" de alguna inmobiliaria.jajaja

Esta "cartita" es el primer gran problema en el que va a incurrir el propietario, pues para conocimiento del público en general, este documento puede ser la antesala de los tribunales, y de un litigio interminable, pues en mi muy particular punto de vista, no puede haber nada mas leonino que lo NO PREVISTO.

Un contrato formal y bien detallado, es la posición clara y transparente que asume el provedor de servicios inmobiliarios  frente a su cliente, y "la cartita" es la postura indefinida y obscura que permite a cualquiera de las partes fallar, con o sin propósito, a su contraparte.


 
Autor: Ricardo Morales